Subvariante JN.1 de la COVID se extiende por Europa, sintomas

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Europa, América y la región del Pacífico Oeste son las regiones que más casos de JN.1 han registrado en la última semana.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha añadido a su lista de variantes de interés la subvariante JN.1, una mutación de la BA.2 (también conocida como ‘Pirola’) que se documentó por primera vez en julio. Sin embargo, la OMS ha querido tranquilizar a los ciudadanos y ya ha explicado que el riesgo que presenta este linaje es bajo.

Según un informe de la Organización, la JN.1 “puede poseer alguna ventaja antigénica para evadir la inmunidad previa”, si bien la evidencia señala que no hay “riesgos adicionales para la salud pública en relación con otros linajes descendientes de Ómicron que circulan en la actualidad”.

En todo caso, la OMS advierte que hay un “rápido aumento de las infecciones” por JN.1 y un “probable aumento de casos”, pero reitera que la gravedad de la enfermedad asociada a la subvariante no es mayor a la de otras variantes en circulación. La OMS actualizará la información de la JN.1 a medida que realice más pruebas.

La subvariante ya se ha secuenciado en 41 países, lo que representa el 27,1% de las secuencias epidemiológicas realizadas en la semana del 27 de noviembre al 3 de diciembre (semana 48). En Francia, la presencia de la subvariante es del 45,5%, del 19,9% en Estados Unidos, del 72,7% en Singapur y del 22,9% en Reino Unido.

El incremento de casos de JN.1 se ha notado en especial en Europa, América y en la región del Pacífico Oeste, siendo esta última la que mayor subida ha experimentado de la semana 48, pasando de un 1,1% en la semana 44 (del 30 de octubre al 5 de noviembre) a un 65,6%.

Efecto en las personas mayores de 65 años
Según un estudio belga citado por la OMS, los pacientes infectados con esta subvariante no tienen más probabilidad de hospitalización que los que poseen la BA.2.86, aunque los datos preliminares registrados en Singapur muestran menos riesgo de hospitalización y gravedad en casos de ancianos y jóvenes infectados con la BA.2.86, pero los datos todavía son “limitados”.